Cada vez que me hablan de ser madre, de casarme o tener hijos siempre pongo una cara de ¡NO GRACIAS! y digo que una de las ultimas cosas que quiero hacer en esta vida es amarrarme a alguien y llenarme de críos. La verdad es que en mis más profundos sueños siempre he soñado con una familia numerosa, tener muchos pequeñines corriendo y saltando a mi alrededor, escuchando sus risas y su voz. También deseo una casa grande para que caigan todos sus sueños infantiles mientras crecen con metas y anhelos pero todo este sueño me da miedo por eso nunca he llegado a admitirlo.
Entre mis deseos de una familia numerosa siempre veo a un padre atento y cariñoso que daría la vida por sus pequeños y valiosos hijos. Un padre que pase tiempo en casa jugando y leyéndoles un libro o trabajando para darles un mejor futuro a los niños, es más, es este hombre el que me da miedo, me da miedo no encontrarlo y que mi futuro como madre no sea como siempre lo he soñado, tal vez puede sonar un tanto egoísta pero no es así como lo veo yo. Lo que veo yo es a una mujer interesada por brindarle lo mejor de si a sus futuros hijos y que no quiere que cosas triviales se interpongan, o de verdad ¿soy egoísta?
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