¿Que me hiciste? ¿Qué estúpidas palabras me dijiste? ¿Cómo me provocaste? Dime por favor para no volver a cometer el mismo ridículo error.
¿Cuales fueron las palabras que usaste la última vez? Para ser sincera ni recuerdo bien, la explicación está en que las palabras faltaron en aquella atmósfera cínica.
Esa última vez.. sentí que mi sangre pesaba más, un sudor helado sin explicación, un dolor inusual. Todo fue un aviso, mi cuerpo se daba cuenta de tu huida cobarde pero mi mente nublada siempre se negó a creer lo que al fondo de tus ojos siempre estuvo presente, aquello que en tu boca mil veces rosó pero que solo tus ojos tenían aquel desgaste distinto. Las palabras rosando tus labios pero nunca fuiste lo suficientemente valiente como para dejar a tu boca hablar.
Pequeño bribón cobarde.. como haz de pagar, a simples cuotas de sangre o en un pequeño infierno personal.
viernes, 28 de septiembre de 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
No hoy
Las más perras siempre se quedan con lo que yo quiero. Si, y eso ocurre por que ellas tienen una personalidad sociable, fácil, "coquetas" y abiertas.
En cambio yo estoy aquí, con mis inseguridades y mis miedos hueones, rodeada de un silencio que para mi no es molesto, es más, es mucho más placentero que escuchar tantas voces de mierda.
Yo elegí esto, y también lo provoque ¿Por qué tanta lágrima entonces? Porque me duele cada vez que veo que llega una de estas mujeres y me "roba" su atención.
No todos los hombres son iguales, no conozco frase más ridícula pero si creo que todos los hombres son igual de calientes.
En cambio yo estoy aquí, con mis inseguridades y mis miedos hueones, rodeada de un silencio que para mi no es molesto, es más, es mucho más placentero que escuchar tantas voces de mierda.
Yo elegí esto, y también lo provoque ¿Por qué tanta lágrima entonces? Porque me duele cada vez que veo que llega una de estas mujeres y me "roba" su atención.
No todos los hombres son iguales, no conozco frase más ridícula pero si creo que todos los hombres son igual de calientes.
sábado, 8 de septiembre de 2012
Deseos de noche.
Siempre nos imagine desnudos
No me preguntes porque, ni yo lo sé.
Te veía con tu piel parecida a la sal y con tu ombligo velludo.
Estabas con ojos cansados y con tu nariz soberbia.
Recuerdo demasiado bien tus pies, descalzos sobre el cemento.
Tu vista fija sobre mis pechos desnudos o sobre la sombra de mi entrepierna.
Ahora lo entiendo.
Mis uñas de color, mis ojos cerrados en armonía.
Y tú y tus pies.
No me preguntes porque, ni yo lo sé.
Te veía con tu piel parecida a la sal y con tu ombligo velludo.
Estabas con ojos cansados y con tu nariz soberbia.
Recuerdo demasiado bien tus pies, descalzos sobre el cemento.
Tu vista fija sobre mis pechos desnudos o sobre la sombra de mi entrepierna.
Ahora lo entiendo.
Mis uñas de color, mis ojos cerrados en armonía.
Y tú y tus pies.
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