De los errores se aprende

Que te pasa?! me estas martillando la cabeza! y ahora que haré contigo? Nunca, nunca pero NUNCA debí contarle de ti a ella. No es que me diera verguenza, es más se me enredaba la lengua al hablarle de ti y las palabras salían disparadas de mi boca hasta que ella me dijo que estaba loca, que era una psicopata y una enrollá.

Hoy aprendí que de ti no espere nada y que mis fantasias y sueños contigo son solo para mi.