Mi mente parece caer a pedazos.
El corazón me duele de una manera ridícula.
Y no entiendo por que sigo aquí.
Tan valientes aquellos que se suicidaron en nombre del dolor que los atormentaba.
Mi pecho duele y mi confusión me nubla pero la muerte no cae en mis pensamientos.
Viviré en el silencio en el que grito.
Y sin quererlo la fe se pierde a gotas.
sábado, 20 de octubre de 2012
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Vanessa Bravo. Con la tecnología de Blogger.
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