Es impresionante lo que una sonrisa puede ocultar.
Nunca me había visto en la necesidad de recurrir a tan hábil y desconocida artimaña
pero debo asegurar que es muy eficaz.
Mi sonrisa sin hoyuelos y con unos dientes nerviosos
¿Qué estaba pasando?
Quiero ya volver a ser
No entiendo nada.
Comienzo a pensar incoherencias pero mis dedos siguen tecleando
Mi mente vaga lejos, y mis ojos no paran de mirar el monitor
¿Esto es lo que soy? ¿En que me convertí?
Me declaro libre y proclamo la libre expresión.
No soy más que otro número.
Otro pedazo de cemento que te ayuda a caminar.
Y mi sonrisa sigue igual.
Intacta.
Perfecta.
Delirante.
Pero mis dedos comienza a doler.
Si pensaste que esto había terminado.
Nos perdimos.
lunes, 1 de octubre de 2012
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